Juan Carlos Onetti
Visor libros
La atmósfera de las novelas y los cuentos de Juan Carlos Onetti, dominados y justificados por su carga subjetiva, estaba anunciada en una de las confesiones finales de El pozo (su primer libro, publicado en 1939): «Yo soy un hombre solitario que fuma en un sitio cualquiera de la ciudad; la noche me rodea, se cumple como un rito, gradualmente, y yo nada tengo que ver con ella.» Ni Aránzuru (en Tierra de nadie) ni Ossorio (en Para esta noche) ni Brausen (en La vida breve) ni Larsen (en El astillero) dejaron de ser ese hombre solitario, cuya obsesión es contemplar cómo la vida lo rodea, se cumple como un rito y él nada tiene que ver con ella...
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